He recibido
esta opinión sobre mi libro “Bobastro”, la cual, honrado y agradecido, publico
para su conocimiento.
«Fernando
Belda Vallés.
Ingeniero Agrónomo.
Ex-jefe del Servicio de Mejora Rural y ex-jefe del Servicio de Pesca Marítima de la Delegación de Agricultura de la Junta de Andalucía.
Vicepresidente de la Asociación de la Comunidad Valenciana en Málaga.
Ingeniero Agrónomo.
Ex-jefe del Servicio de Mejora Rural y ex-jefe del Servicio de Pesca Marítima de la Delegación de Agricultura de la Junta de Andalucía.
Vicepresidente de la Asociación de la Comunidad Valenciana en Málaga.
Estimado
Francisco:
Ante todo deseo excusarme por el atrevimiento de opinar sobre el libro de Bobastro por mi formación universitaria de Ciencias, a pesar de los intentos de ir cubriendo mis lagunas de ignorancia en las áreas de Letras, sobre todo desde que me sobrevino la jubilación hace ya varios años.
El libro, si tuviese que definirlo en pocas palabras, diría que es un libro eminentemente didáctico (se nota que el autor es profesor), y transforma los casi siempre enmarañados y prolijos datos históricos y geográficos de los libros sobre estos temas al uso, mediante una sutil descripción amenizada de anécdotas, fotos y croquis. Le hace perder la aridez, lo hace muy atractivo al lector, aunque sea lego en estos temas. Es decir que es de esos libros que apetece leerlos del tirón, sin perjuicio de volver sobre él más adelante. Es un libro para la biblioteca, para consulta.
Y todo ello sin menoscabo del rigor histórico que rodea esta publicación.
Se diría que el lector se halla inmerso desde el primer momento en el recorrido histórico por nuestra tierra, por nuestra geografía y contempla cómo discurren las distintas épocas, los personajes, propiciando una sensación de orden de la que carecía, hasta la lectura del libro. Interesantísima la descripción de las convivencias entre religiones y culturas durante la Alta Edad Media.
Por mi particular conocimiento de la geografía malagueña, durante la lectura he comprobado el exhaustivo conocimiento del medio rural del autor sobre las comarcas que describe y me ha permitido durante esa inmersión de la que es imposible escapar, contemplar, como situado en las alturas, esos movimientos de tropas por nuestras tierras malagueñas o el discurrir de los acontecimientos históricos como si los estuviese acompañando y tuviese yo mismo protagonismo.
El libro, aunque tangencialmente, toca temas de rabiosa actualidad, como es el de los haplotipos o linajes genéticos que actualmente a través de los análisis de ADN, está permitiendo establecer bases muy sólidas sobre los movimientos poblacionales y mezclas entre razas y religiones que han convivido durante mucho tiempo y saber el grado de mezcla que pudo haber.
Finalmente, denota los conocimientos que sobre genealogía posee el autor, que de forma muy sutil traslada al libro.
Y por último, mi particular interés al tocar un tema que desde hace unos años me ocupa al entender que los Belda-Balda debemos ser con toda seguridad oriundos de esa ciudad-fortaleza base del frente defensivo de Omar Ben Hafsun, y que tras huir de la ciudad tuvieron que refugiarse en el norte de España. Esta ciudad con este nombre es la única que Ptolomeo nombra en toda España durante la ocupación romana.
Mi más cordial enhorabuena por la publicación del libro.
Un cordial saludo
Nota 1.- Respecto a las descripciones sobre los vascos y lo vasco he echado en falta por lo menos la insinuación de que existen otras teorías que creen que son descendientes de tropas bereberes que desertaron cuando acompañaban a Aníbal en su campaña contra los romanos.
Nota 2.- Autorizo que el contenido de este escrito, en todo o en parte, sea trasladado a la sección de ‘Opinan los lectores’.»
Ante todo deseo excusarme por el atrevimiento de opinar sobre el libro de Bobastro por mi formación universitaria de Ciencias, a pesar de los intentos de ir cubriendo mis lagunas de ignorancia en las áreas de Letras, sobre todo desde que me sobrevino la jubilación hace ya varios años.
El libro, si tuviese que definirlo en pocas palabras, diría que es un libro eminentemente didáctico (se nota que el autor es profesor), y transforma los casi siempre enmarañados y prolijos datos históricos y geográficos de los libros sobre estos temas al uso, mediante una sutil descripción amenizada de anécdotas, fotos y croquis. Le hace perder la aridez, lo hace muy atractivo al lector, aunque sea lego en estos temas. Es decir que es de esos libros que apetece leerlos del tirón, sin perjuicio de volver sobre él más adelante. Es un libro para la biblioteca, para consulta.
Y todo ello sin menoscabo del rigor histórico que rodea esta publicación.
Se diría que el lector se halla inmerso desde el primer momento en el recorrido histórico por nuestra tierra, por nuestra geografía y contempla cómo discurren las distintas épocas, los personajes, propiciando una sensación de orden de la que carecía, hasta la lectura del libro. Interesantísima la descripción de las convivencias entre religiones y culturas durante la Alta Edad Media.
Por mi particular conocimiento de la geografía malagueña, durante la lectura he comprobado el exhaustivo conocimiento del medio rural del autor sobre las comarcas que describe y me ha permitido durante esa inmersión de la que es imposible escapar, contemplar, como situado en las alturas, esos movimientos de tropas por nuestras tierras malagueñas o el discurrir de los acontecimientos históricos como si los estuviese acompañando y tuviese yo mismo protagonismo.
El libro, aunque tangencialmente, toca temas de rabiosa actualidad, como es el de los haplotipos o linajes genéticos que actualmente a través de los análisis de ADN, está permitiendo establecer bases muy sólidas sobre los movimientos poblacionales y mezclas entre razas y religiones que han convivido durante mucho tiempo y saber el grado de mezcla que pudo haber.
Finalmente, denota los conocimientos que sobre genealogía posee el autor, que de forma muy sutil traslada al libro.
Y por último, mi particular interés al tocar un tema que desde hace unos años me ocupa al entender que los Belda-Balda debemos ser con toda seguridad oriundos de esa ciudad-fortaleza base del frente defensivo de Omar Ben Hafsun, y que tras huir de la ciudad tuvieron que refugiarse en el norte de España. Esta ciudad con este nombre es la única que Ptolomeo nombra en toda España durante la ocupación romana.
Mi más cordial enhorabuena por la publicación del libro.
Un cordial saludo
Nota 1.- Respecto a las descripciones sobre los vascos y lo vasco he echado en falta por lo menos la insinuación de que existen otras teorías que creen que son descendientes de tropas bereberes que desertaron cuando acompañaban a Aníbal en su campaña contra los romanos.
Nota 2.- Autorizo que el contenido de este escrito, en todo o en parte, sea trasladado a la sección de ‘Opinan los lectores’.»